01 diciembre, 2010

Se detiene el tiempo.


En breve desaparecerá de mi vida,
y se congelará el tiempo
para luego romperse en mil pedazos
en una oscura habitación
donde reina la soledad y el miedo.

¿Por qué se deshacen
o se rehacen las cosas?
¿Para crear más dolor?
¿Para soñar inútilmente
que hay una salida?

Nunca lo supe.

No quiero caer en tus redes,
pero mis ganas de luchar
se desvanecen como el polvo.

Y sin embargo
no hay lágrimas que derramar,
pero tampoco hay suelo
que pisar.

24 noviembre, 2010

Preciosas rosas marchitas


Te esfumas y desapareces
cual ave fénix,
y apareces de la nada
como el fuego o el viento.

Y quieres que te crea,
que te apoye en todo,
que te siga y te admire
desde la base de tu pedestal.

No sé todavía ni siquiera quién eres
ni si tu existencia se puede ver.
Pero soy débil
y tú lo sabes.

Juegas a tu antojo,
siguiendo la misma rueda
año tras año.

No importa lo que pase.
No importa lo que viva,
no importa nada.

Has hecho de este ciclo
uno permanente y eterno.

29 octubre, 2010

El final está por llegar... o no



A veces dudo de mi existencia;
no sé si es mía, o tuya.

¿Qué tipo de vida es esta?
Pensamientos tabú,
sentimientos ocultos,
comportamientos impropios
de una juventud sin identidad.

Algunos dicen que la locura
no es más que una enfermedad.
Pero no lo es.

Sólo los que quieren aventurarse
en las profundidades de su mente
serán las afortunadas víctimas
del enemigo de la cordura.

La tensión estalló en su día,
y ya no queda nada,
sólo trozos vitales esparcidos
por todo a mi alrededor.

Una sombra no me deja ver,
no me deja unir las piezas
de este rompecabezas
en que se ha convertido mi vida.

17 octubre, 2010

No es amor.

Cada vez estás más lejos
y cada día me hundo un poco
en mi soledad.

Quisiera decirte lo que siento
antes de que te vayas;
mas mi mente está confundida.
 
Todos me dicen que es amor,
pero no puedo evitar decirles que no.

Por las noches lloro tu partida.
Se me parte el alma en mil pedazos
tan sólo pensar en que ese día llegará.

No me sale nada bien.
Este triste poema no es lo que puede ser,
no presto atención a las cosas,
me equivoco en muchas decisiones.

Ni siquiera que haya superado el curso
me ha animado lo suficiente.

Te echo de menos, y no quiero decírtelo,
porque no quiero añadir más tristeza
a la que tú ya tienes.

Nunca creí en los milagros,
pero quisiera que hubiera tan sólo uno
y que finalmente te quedaras aquí...
Aunque sé bien que es imposible.

Sólo puedo gritar en susurros
que por favor no te vayas,
mientras todo transcurre a mi alrededor
como si nada pasara...

Como si nada pasara...

26 septiembre, 2010

Sin nada.


Llévatelo todo,
todo lo que he expulsado
de mi vida,
todo el hervidero
que hay en mi mente
y que ahora está en desuso
pues hoy no lo quiero.

Necesito olvidarlo,
quemarlo
y no volver a saber
nada de eso
nunca más.

Y el día de mañana
cuando me pregunten
qué es lo que pasó,
sólo habrá lugar
para una sola respuesta:

esa persona no era yo.
Ese dolor que sentía no era mío,
era el resultado de toda una vida
viviendo entre pesadillas.
Una tras otra se apoderaban de mí
haciéndome cada día
un poquito menos feliz.

Primero fueron las palabras,
luego el poder de la fuerza,
y luego la sutileza de una pastilla.

Y ahora ya no queda nada.

16 septiembre, 2010

A las cinco de la tarde


A las cinco de la tarde
te dejé marchar.
Un día cualquiera
tiré la jaula
que me mantenía
en una falsa seguridad,
que me hacía daño
sin darse cuenta,
que me hacía gritar
sin ni siquiera pedir perdón.

Y así pasaron las horas
hasta que a las cinco de la tarde
te dijese adiós.

13 junio, 2010

Olvidada


Hace tiempo se marchó
y ni siquiera susurró
una triste y deprimente
despedida.

Me dejó sola en este lugar
respirando un aire que no es mío,
derramando lágrimas
que tampoco son mías.

Soñando con un mañana mejor
estaba antaño.
Ahora no hay mañana sin luna,
una luna vacía, sin luz.

Vuelve, por favor, vuelve,
no me dejes frente a la tormenta
pues no sabré cómo actuar...

22 febrero, 2010

Caminando


Caminando sin rumbo estoy, perdiendo siempre las mismas batallas, conociendo a la misma gente, escuchando las mismas palabras. Y siempre están las mismas cosas, las mismas subidas, las mismas bajadas, y el mismo carril vacío, sin vida, como mi corazón, cansado de luchar, de sentir.

Huyó lejos de aquí, a un hogar donde le esperaba su gran amiga, Soledad, con sus brazos abiertos, y el pañuelo en la mano, esperando que se acercara para escupir toda su miseria, la poca atención que tuvo por parte de su gente más allegada, la cual no le regalaba más que odio y desconfianza a cada cumpleaños, y en navidad, más rencor, más insultos. Lo llevaban directo al infierno más cruel.

No fueron pocas las veces que decidió él mismo quitarse la vida, pues, ¿de qué merece la pena vivir, si nadie te quiere? Así pensaba él. Nadie le quiso decir ni una sola palabra de ánimo, de cariño. Y en esa persona se convirtió. En un ser sediento de amor, pero que está tan cansado de buscarlo, que se ha rendido, en el rincón más oscuro, alejado y pobre de la ciudad; donde nadie le molestaría, donde daría rienda suelta a sus pensamientos, y tal vez, después de tantos años, encontraría la felicidad en su tranquila y tan deseada muerte.

19 febrero, 2010

Aire.


Aire puro y limpio que me haga despertar del oscuro anochecer, sacado del infierno, que está muy lejos, inmerso en el vacío del sistema solar... o más allá.

Aire que me haga soñar, que estoy despierta y que nada me hará cambiar la comodidad, y la seguridad que siento en ese momento, de lujuria, de locura, de sedienta estabilidad. La estabilidad que nunca tuve, y que no parece querer quedarse aquí, a mi lado, a diario.

Por favor que alguien pare el tren, que no hace más que dar vueltas y vueltas en círculo. Siempre parte del mismo punto de intranquilidad, y siempre regresa. Mi mente está mareada. Necesito expulsar todos los escombros que he ido aumentando a lo largo de mi vida. Necesito expulsarlo todo. Necesito que la felicidad me haga un favor: que se acerque un poco más, para facilitarme el poder tocarla durante más tiempo. Que no se esfume tan pronto. Por favor, que lo haga. Que lo intente. Que lo haga por este ser que no hace más que llorar y ser infeliz, al cual le han negado lo que más necesitaba, cuando más vital era.

Necesito un soplo de aire fresco para poder continuar.

03 febrero, 2010

Febrero


Hoy dedicaré un tiempo a pensar
en lo mucho que perdí y soñé,
en lo que pude ganar y perder,
en lo que fracasé y lloré.

Ha pasado mucho tiempo,
han pasado muchas cosas;
hechos buenos, agradables,
pero muchos más tristes.

Sin embargo el corazón
sigue latiendo; no me queda otra
que seguir viviendo
en este mar sin fondo.

Es difícil levantarse por la mañana
e inspirar aire, día tras día.
Han sido muchas las tempestades,
muchos sueños rotos.

Y no, no quiero vacaciones,
no quiero que mi mente tenga la libertad
de hacer lo que ella quiera, sin mando,
sin una guía. No quiero.

Todo se esfumaría... otra vez.
No debería volver a ocurrir.

Y pues... en la orilla de mi cama
hay llantos, cristales rotos,
y una desesperada fuerza
para seguir luchando, y volver a ganar...