21 agosto, 2008

Despedida.


Aquí estoy, sentada en esta silla
que tantos recuerdos guarda
en su misterioso interior,
en el mismo punto de ayer.

El infierno ya se fue, por fin,
mas me deja su huella, su tristeza,
en lo más profundo de mi ser.
Las lágrimas salen de mis ojos,
inseguras, despacio...
No quieren que nadie las vea.

Maldita contradicción,
cuándo acabará este duelo,
cuándo las aguas respirarán tranquilas,
cuándo dejaré atrás
este viejo y cansado punto de partida.