cual ave fénix,
y apareces de la nada
como el fuego o el viento.
Y quieres que te crea,
que te apoye en todo,
que te siga y te admire
desde la base de tu pedestal.
No sé todavía ni siquiera quién eres
ni si tu existencia se puede ver.
Pero soy débil
y tú lo sabes.
Juegas a tu antojo,
siguiendo la misma rueda
año tras año.
No importa lo que pase.
No importa lo que viva,
no importa nada.
Has hecho de este ciclo
uno permanente y eterno.
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