06 septiembre, 2011

Ilusiones ópticas nocturnas


Despertándose tras el sueño eterno
no es vida lo que ven sus ojos,
pues su mirada está vacía.
Su piel está fría, pálida, envejecida.
Su cabello, movido por la brisa del viento,
brilla por la ausencia de la luz.

Aparece noche tras noche
como si fuera un espectro
resurgiendo entre las cenizas
de una mente atormentada.

1 comentario:

Antonio M. dijo...

Muy bueno, aunque algo triste. Saludos desde Madrid.