si no salen susurros de mi boca,
si me llamas y te ignoro,
si sueñas conmigo y yo con tu ira,
si no sabes quién soy.
Perdóname si la lluvia interrumpe el silencio
que hay entre mi corazón y el alma,
si el camino de la vida
está abandonado
al igual que el de la confianza.
Perdóname por ser tan débil,
por derrumbarme con la sensibilidad,
por sentirte tan cerca y tan lejos,
por no poder expresarme alegremente,
por ser el vacío que te duele.
Perdóname por ser tan imbécil,
por no saber cómo no dejarte huir,
por abrir heridas sin motivo,
por quererte cada día más,
por no pensar en ti.