04 junio, 2007

Esperando.


Esperando una llamada,
un gesto, una palabra,
una sonrisa, un susurro
dejando atrás tormentas
que rompieron el alma,
hundiendo el corazón
en el más profundo oceáno.

Sola, sola en este inmenso mar,
acompañada por el vacío
y la oscuridad más sombría.

No hay luces que encender,
no hay fuerzas que gastar.

El tiempo se va, y vuelve
dejando heridas a su paso.

Soñar no se puede
pues no hay alas para volar,
ni ganas de luchar.

1 comentario:

FRANCISCO PINZÓN BEDOYA dijo...

Todo tiene en este poema... gotas de soledad y de fuerza en la palabras... Me gustó mucho. Felicitaciones Mónica...